11. ARTÍCULO: «Enséñame lo limitado de mi tiempo, porque el bien de la vida no radica en su extensión sino en su uso». SÉNECA.
El tiempo es la magnitud
física que todos poseemos, pero que no todos sabemos administrar. A veces posponemos nuestras responsabilidades, sin darnos cuenta de que se nos
acaba el tiempo y en ese “lo hago luego” se nos va la vida.
Cada segundo de la
vida cuenta y lo hacemos valer cuando aprovechamos nuestro tiempo en
actividades productivas que nos catapultan a un crecimiento mayor. Perder el
tiempo es desperdiciar la vida ¿por qué?, pues porque el que pierde el tiempo
nunca logra nada significativo, sino que se pasa la vida quejándose de no
lograr nada sin hacer algo al respecto para mejorar su situación.
Es de sabios
aprovechar el tiempo para clarificar cuáles son tus prioridades; administrar nuestro tiempo implica aprender a administrarnos a nosotros mismos. Cuando
posponemos todo vivimos en plena frustración, eso nos genera estrés y el estrés
provoca enfermedades graves, tales como: caída del pelo, enfermedades
cardíacas, presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades incluidos
trastornos mentales (ansiedad).
¡Aprovecha el tiempo
y verás que la vida no se te irá en un vaivén!
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