7. FRASE: «Ingrato es el que por miedo es agradecido». SÉNECA.
La iniciativa de
agradecer a alguien por las cosas que ha hecho por nosotros debe ser
espontánea, sin obligaciones de por medio y sin ningún trasfondo.
Las personas que les
cuesta agradecer son egoístas. Cuando se agradece por obligación, inmediatamente
esa persona se convierte un ingrato, porque el verdadero agradecimiento es el
que nace de la apreciación de lo que se nos ha aportado. El ingrato no suele
usar las palabras por favor, gracias, perdón, sino que da por hecho los favores
que recibe.
Una de las causas
principales de la ingratitud es la envidia y el rencor. Al envidioso le molesta
ver bien a su prójimo, quiere todo lo que tiene y critica su accionar
constantemente. Mientras que el rencoroso es un ente con poca inteligencia emocional; sus sentimientos reprimidos no lo dejan avanzar. Por otro lado, la falta de humildad (orgullo) es causa de la ingratitud; los egotistas les molesta reconocer el esfuerzo
que los demás hacen por ellos, su “yo” no se los permite.
¡Seamos agradecidos
con el prójimo, que nunca mengue el por favor y gracias!
KEYSA LEGER
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