NOTICIA 4: Denuncian negociación de nombramientos en el Ministerio de Salud es una práctica vieja.

El La venta o negociación de nombramientos en el Mi­nisterio de Salud Pública es una práctica vieja in­crustada en el mismo De­partamento de Recursos Humanos.

Esa es el área a la que, de acuerdo a informes ob­tenidos por Listín Diario, corresponde el alto funcio­nario que recientemente fue suspendido y remitido a la Dirección General de Ética e Integridad Guber­namental (Digeig) por su­puestamente cometer acto de corrupción. El monto del pago único para alcanzar un nombra­miento varía dependien­do del puesto. Por ejem­plo, en caso de un médico, una enfermera o bioana­lista que tiene garantizado su permanencia en el Es­tado, el interesado podría pagar entre 30 y 50 mil pesos; cuando se trata de empleos de otra categoría iría entre 10 mil, 15 mil y 20 mil pesos, y en ocasio­nes la negociación puede incluir la entrega del pri­mer salario completo.

Debido a esa vieja prác­tica no es raro que los Mi­nistros de turno se en­cuentren en ocasiones que firman el nombramien­to de una persona y resul­ta que nunca es colocada en el cargo, o lo contrario, que se ordena desvincular un personal, y meses des­pués se encuentran con que sigue desempeñando la función.

Los detalles del “mo­dus operandi” fueron ofrecidos a Listín Diario por el doctor Nelson Ro­dríguez Monegro, quien durante 12 años estuvo laborando en el Ministe­rio de Salud Pública, ocu­pando diversas funcio­nes, iniciando en el 2006 como subsecretario de Salud Colectiva, pasan­do por la subsecretaría de atención a la persona, por la Dirección de Desarro­llo de direcciones provin­ciales hasta director del Servicio Nacional de Sa­lud (SNS) al que renun­ció en febrero del 2018.

Postura personal: por casos como este es que tenemos a muchos profesionales trabajando en otras áreas por la escases de empleo. No es posible que un ente social se prepare para tener un mejor futuro, y que seres humanos inescrupulosos se encarguen de realizar movidas como estas para tronchar el futuro social. Comprar un puesto es una práctica inmoral, porque nadie está llamado a pagar por un cargo si cuenta con la preparación que se requiere. Lo más triste de todo es que estos casos comienzan, pero no terminan porque las autoridades competentes en estas malas prácticas se hacen de la vista gorda, y todo queda como si no ha pasado  nada.

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