2. ARTÍCULO: «CONCIERTO DE RICARDO MONTANER: LEYES PARA UNOS, PRIVILEGIOS PARA OTROS».
Las
leyes son aquellos estatutos que establecen derechos y deberes, con el fin de
garantizar la convivencia armoniosa y el orden en la sociedad. Ante la ley
todos somos iguales, gozamos de los mismos derechos y deberes. No obstante, en
nuestro país impera el dominio de las castas y la opresión a las clases más
pobres.
En esta
época de la pandemia del COVID-19 el Poder Ejecutivo, con la autorización del
Congreso, ha establecido un Estado de Excepción, que nos limita de algunos derechos
civiles y políticos (el derecho al libre tránsito, el derecho a la libertad de asociación y otros derechos
conferidos en nuestra Constitución), con la finalidad de materializar el bien
común y la seguridad en términos de salubridad ciudadana.
Nuestro
país ha presenciado una ola de arrestos frente a la violación de este estado de
excepción, específicamente, la modalidad de Estado de emergencia. Los
responsables del desacato al decreto presidencial son aquellos que incitan las
actividades masivas, contribuyendo con la proliferación del virus. Entre estos
se encuentran algunos artistas locales, que han realizado dichas actividades
con la justificación de que, debido al virus, sus ingresos se han reducido y
ellos deben mejorar su situación económica. Sin embargo, esto no justifica el
incumplimiento de la ley .
El día
lunes 29 de noviembre del año actual, el afamado cantautor Ricardo Montaner
realizó un concierto masivo en Altos de Chavón, donde acudieron alrededor de
150 personas pertenecientes a altas clases sociales, y las autoridades
competentes no arrestaron a los protagonistas del hecho, ni hicieron nada al
respecto. ¿Si la ley es la misma para todos, por qué arrestan a los artistas
nacionales y no a los internacionales? Se supone que, si a los artistas locales
se les ha restringido el derecho de realizar actividades públicas y privadas, ¿por
qué no ocurre lo mismo con los artistas extranjeros?
Es
paradójico que las autoridades competentes encargadas de velar por el
cumplimiento de la ley en la sociedad, actúen de manera inconforme con la ley orgánica
y no apliquen objetivamente lo estipulado por dicha ley en el ejercicio de sus
acciones.
En
suma, no es algo que nos sorprenda porque en nuestro país impera una justicia
parcial donde las vacas sagradas son intocables y las leyes se aplican
rigurosamente a esas personas que no tienen un poder adquisitivo notable.
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